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La Caja Flotante, Gris/Mar

Estrenado el 20 de julio en el Festival de Teatro de Olite de 2018

Gris/Mar

de Jose Padilla

«Yo conozco, con el natural entendimiento que Dios me ha dado, que todo lo hermoso es amable; mas no alcanzo que, por razón de ser amado, esté obligado lo que es amado por hermoso a amar a quien le ama». Quizás, a partir de estas palabras que Cervantes pone en boca de la pastora Marcela, podamos intuir que el amor, aun adornado con palabras bonitas, puede ser entendido como una urna  en la que colocar al ser amado, un recinto tan hermoso como dañino y que a lo largo del tiempo ha sido confundido con lo que es el amor verdadero. GRIS / MAR aborda este hecho desde una situación cotidiana que el paso de los siglos puede haber maquillado, pero en absoluto cambiado. 

Ficha artística

Intérpretes: Mikele Urroz y Ion Iraizoz

Autor: Jose Padilla

Dirección: Ion Iraizoz 

Producción: La Caja Flotante

Diseño de cartel: La dalia negra

Duración: 70 minutos

Festival de Olite - 20/07/18 y 22/07/18

Casa de cultura de Villava - 13/01/19

Casa de cultura de Burlada - 19/01/19

Centro Niemeyer - 22/06/19

La Caja Flotante, Gris/Mar de Jose Padilla

Gris/Mar tiene su origen en el personaje de la pastora Marcela creado por Cervantes y que aparece en tres capítulos del Quijote. Marcela se nos descubrió como una fuente de reflexión y debate, y un espejo donde mirar la forma en la que gestionamos el amor y las relaciones en la actualidad. Gris/Mar es una revisión contemporánea de este personaje, en relación a lo que significa querer bien a una persona y sobre la manera en la que muchas parejas construyen sus relaciones personales.

Queremos generar un diálogo entre la Marcela de Cervantes y las “Marcelas” contemporáneas. Todas esas mujeres que actualmente luchan para que se las escuche en cualquier situación de violencia machista que podemos ver a nuestro alrededor. Y, por otro lado, investigar entorno al amor una vez más. Poner la mirada en cómo se construyen las relaciones y qué se puede llegar a hacer o no en nombre del amor. Mirar a Grisóstomo de cerca y someterlo a un interrogatorio entorno a las razones que lo mueven o movieron a su suicidio por un amor no correspondido.

 

Queremos preguntarnos lo siguiente: ¿Cómo, de qué y en qué lugar hablarían Grisóstomo y Marcela si su historia sucediera hoy en día? ¿Hasta qué punto han cambiado las cosas, hasta qué punto la complejidad de la desigualdad de género y el machismo han evolucionado? 

 

Hemos tratado de profundizar en la esencia de estos personajes, lo que sigue latente en relación a la condición humana de sus protagonistas, y ahondar en la vigencia de este texto maravilloso. Ahí reside nuestro interés.

 

Y por supuesto, nadie mejor que Jose Padilla, autor con una larga trayectoria en adaptación contemporánea de textos clásicos, para lanzarnos a esta aventura, partiendo de un texto fascinante y revolucionario.

La Caja Flotante, Gris/mar

Tengo libre condición, y no gusto de sujetarme; ni quiero ni aborrezco a nadie; no engaño a este ni solicito aquel, ni burlo con uno ni me entretengo con el otro.

LA HISTORIA QUE CUENTA CERVANTES Y LA QUE CUENTA PADILLA

 

Grisóstomo, “un hijodalgo rico”, al volver a su pueblo después de estudiar varios años en Salamanca, se enamora de Marcela, hija de Guillermo el rico (aun más rico que el padre de Grisóstomo), “aquella que se anda en hábito de pastora por esos andurriales”. Ella no le corresponde y él decide quitarse la vida. Los amigos de Grisóstomo responsabilizan a Marcela del suicidio, así que Marcela decide asistir al enterramiento del malogrado estudiante, para poner “las peras al cuarto”. En otras palabras, que bien pudieran ser de Sancho, la pastora, mudando su oficio, se dedica a proclamar “las verdades del barquero”.

 

Ni Grisóstomo entendió nada cuando estuvo vivo, ni el resto de la masculina congregación pastoril, cuando lo enterraba. Marcela no tiene al varón como medida del mundo; ni siquiera se opone a él, como pretenden los que tratan de ridiculizar y zaherir las propuestas feministas. Simplemente, no reconoce como interlocutores a quienes solo ven en ella un buen partido, por sus riquezas, hermosura, y sexo. Sólo don Quijote está a la altura de las circunstancias. Si la liberación del galeote le ha valido fama de libertario, el episodio de la pastora bastaría para sumarle el calificativo de feminista.

 

La historia de Padilla sitúa la acción en la actualidad. Mar trabaja para una línea aérea y Gris, vecino suyo y profesor de universidad experto en Cervantes, llama a su puerta y le pide que por favor le deja pasar ya que se ha dejado las llaves dentro de casa y no tiene dónde esperar. Poco a poco iremos descubriendo los entresijos de la relación entre Gris y Mar. Lo que parece una situación cotidiana y muy cercana a lo que erróneamente conocemos como amor romántico se transforma poco a poco en una relación de acoso donde la libertad de la mujer queda coartada y supeditada a la voluntad del hombre.   

 

Como en toda lucha que se enfrenta a tabúes culturales y que trata de nombrar aquello que no se dice, quedan muchos molinos de viento que embestir, mucho trabajo por hacer. Marcela lo hace con su palabra, en primera persona, sobre un grupo de hombres pedestres que no quiere entender por qué ella, proclama a los cuatro vientos su deseo de libertad.

Con la ayuda de

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